AGOSTO MMXII

Hoy toca hablar de mi y en consecuencia de ti, de nosotros. Porque si.

Agosto, mal mes, de entrada, como Tú dices, cuestión de mala suerte. Pero parece que esa mala suerte se ha torcido y están siendo unos días sencillamente maravillosos, geniales.

Me siento bien, más que bien, entusiasmada, contenta, orgullosa de mi misma y todo gracias a que veo esos sentimientos reflejados en ti.
Se que estoy haciendo las cosas bien, mejorables, eso siempre, pero voy por el buen camino, lo sé, lo noto, te lo noto, en tu orgullo, en tus palabras, en tus reacciones, porque creo estar demostrando con hechos y no sólo con palabras lo que siento, lo que me recorre por dentro.

Me siento sumisa, Tu sumisa, mucho, y solo pensarlo me provoca ese escalofrío interno que me recorre de arriba a abajo. Siento que cada vez te necesito más, cada día, cada hora, cada minuto del día, un poco más. Tras una despedida, estoy deseando que llegue un nuevo día para volver a darte "mis buenos días", esos buenos días dulces y mimosos, cuando aun estoy en la cama, desperezándome. Soy inmensamente feliz cuando te escucho reír, cuando me chinchas, cuando me "picas", que se te da genial, cuando me dices...eres terrible...y yo me derrito, cual helado de vainilla a pleno sol (ummmmm me encanta la vainilla, jaja). Cuando te sorprendo con mis fotos, esas hechas para ti, sabiendo que con esos detalles te hago feliz y orgulloso de lo que posees y dicho sea de paso, también consigo provocarte (si, provocarte, aunque me quede por aprender muuuuuuuuuuucho...ayyyyyyyy).
Podría describir tantos momentos que poquito a poco van calando hondo y van tensando más la cuerda, esa que me ata y me une a ti.
Y reconozco que me entra mi famoso "desespero", en momentos así donde lo siento muy muy muy muy adentro, porque más falta me haces y más necesito...Y Tú lo sabes, claro que lo sabes, Tú lo sabes todo.

Se que estos últimos días están siendo muy importantes, por mi entrega y esta princesa que esta aquí, Tu princesa, va a seguir por ese caminito, todo derechito, bien recta, con la mirada al frente, cuando se pueda claro, porque no deseo nada más que darTe, entregarTe, complacerTe, agradarTe y todo lo que se te ocurra que acabe en -Te, si, todo.

Porque esta princesa es Tuya y sólo Tuya.

Te quiero Amo.

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