Hace tiempo que no escribo sobre mi, sobre mi camino y esta noche me apetece hacerlo.
Y quiero hacerlo porque debo algo, bueno, debo mucho, pero sobre todo debo una cosita a mi Amo.
Últimamente he tenido ratillos y momentos donde me he sentido mal, mal por mi actitud, mi forma de responder ante hechos, que si bien en circunstancias normales pasarían sin ninguna importancia, ambos sabemos que tienen mucha importancia por asuntos acontecidos en el pasado. Es cierto que a veces tales circunstancias y sus consecuencias no son provocadas y por tanto no hay culpables, pero no puedo evitar sentirme mal y responsable porque si hay algo que deseo con todas mis fuerzas es hacerte feliz con todo lo que eso conlleva.
Soy totalmente consciente que a veces una sola palabra mía bastaría para aliviar aquello que aún hoy día te atormenta. Y no lo hago. No lo hago porque yo me empeño en creer que tu piensas y sientes como yo. Yo tengo la capacidad de olvidar lo pasado o por lo menos apartarlo en un lugar de mi memoria donde no me estorbe ni me de tormento. Tú no. Y eso debo entenderlo, que no eres como yo, que tu dolor no ha sido el mio, que tu sufrimiento no ha sido el mio, que necesitas tu tiempo y que yo debo ayudarte, comprenderte y algo que no siempre hago, ponerme en tu lugar.
Y me da rabia, me da rabia porque no quiero sentirte mal bajo ninguna circunstancia y sin embargo no soy capaz de hacer algo tan sencillo como alentarte y demostrarte cuanto significas para mi, que es algo que hago, pero en determinados momentos, cuando más lo necesitas, no lo hago. Tú me dices que es algo que no se puede evitar, que yo soy así, que si no me sale, pues no me sale, y no quiero aceptar eso, no quiero. Y no se trata de que cambie, siempre me dices que yo soy como soy y que por eso estas conmigo, pero si de hacer eso que siento que por no estar todo lo pendiente que debo no hago y que se perfectamente que soy capaz de eso y de mucho más, porque no existe nada más importante que tú, nada que no desee más que a ti, nada que me haga más feliz que tú, nada más que tú.
¿Y que te debo? Pues lo que me dijiste la otra tarde. Te debo mi claridad, mi transparencia y mi rotundidad absoluta a la hora de expresar lo que siento por ti en los momentos que más lo necesitas.
Eres mi sonrisa casi siempre, mis lágrimas algunas veces, mi primer pensamiento al despertar y el último al dormir, el guardián de mis deseos, dueño de mis sentimientos, mi profe preferido, el mejor Amo que se pueda desear.
Soy muy afortunada de haberte conocido, primero como persona y luego como Amo, estoy orgullosa de ser tu sumisa y llevar tu nombre y no cambiaría lo que siento y lo que vivo a tu lado por nada en el mundo, ni por un puñao de piruletas...que mira que eso es tentador...
Soy feliz a tu lado, soy feliz contigo y lo mismo quiero que sientas conmigo.
Un beso Amo. Te quiero ❤. Tu princesa, Tu princesa sumisa.
0 comments:
Post a Comment